XXVII Videoconferencia Internacional Gratuita "Lo que debemos saber sobre las convulsiones y los problemas de sueño en las personas con habilidades diferentes"del Centro Ann Sullivan del Perú (CASP)
Transmitida a través del Sistema Blackboard
Collaborate del Global Campus de la Universidad de Iowa. Ponente: Darcy A.
Krueger, MD, PhD, Neurólogo del Cincinnati Children´s Hospital Center (USA).
¿Qué
hacer frente a una convulsión o un posible ataque epiléptico?
¿Qué
hacer ante los problemas de sueño?
¿Está
usted preparado para afrontar esta situación?
Dirigido
a:
Profesores,
terapeutas, psicólogos, padres de familia, estudiantes de educación superior y
público en general.
Fecha:
Sábado 23 de junio de 2012
RESUMEN
La finalidad de este resumen radica en poder compartir con aquellos padres o familiares a los que se les hace muy difícil concurrir a la transmisión, la ponencia que abarca dos temas muy importantes y repetitivos de las personas con capacidades diferentes, y poder aportar nuestro grano de arena en esta cadena de información valiosa y práctica.
La epilepsia.
Siempre
existieron en relación a este tema falsas creencias como una manera de explicar
y dar significados. Se ha hablado de personas poseídas, de que los padres son
culpables habiendo hecho algo que derivó esta conducta en sus hijos, que
siempre se sabrá cuando vendrá un ataque…
Estos
ataques ocurren porque existe una activación excesiva entre los nervios del
cerebro.
Muchas
veces se pueden saber las causas de estos ataques. Las más comunes son: Fiebre,
trauma al cerebro, derrame cerebral, ciertas drogas que pueden afectar las
funciones del cerebro, tumor cerebral, infecciones del cerebro (meningitis),
problemas genéticos.
Un gran
porcentaje de niños tienen dos o tres
episodios de algún ataque, cuando tienen un proceso de enfermedad con
fiebre, y si no hay ningún otro problema de desarrollo, la mayoría no repite
estos episodios al crecer, luego de los 8 o nueve años. En el otro extremo, los casos más raros y
poco frecuentes son las epilepsias causadas por problemas de desarrollo del
cerebro por causas genéticas.
Es muy
importante saber que en la mayoría de los casos las convulsiones no dañan al
cerebro. Si nos tenemos que preocupar sobre lo que puede suceder durante un
ataque de epilepsia. Las personas que los sufren se pueden dañar si no sabemos
cómo actuar o si se encuentra sola.
Los pasos a seguir cuando una persona presenta
una crisis de epilepsia son:
En
primer lugar no se debe poner nada dentro de la boca de quien está
convulsionando por miedo a que esta persona se muerda la lengua o los labios
(pues si lo hace el daño será pequeño y no permanente).
Ayudar
a la persona a acostarse de lado.
Aflojar
la ropa que esté ajustada para permitir una mejor respiración.
Amortiguar
la cabeza para que no golpee con el piso, si no se encuentra ninguna prenda o
objeto blando, se pondrán las manos.
Si la
persona usa anteojos, sacárselos.
No
sujetar con fuerza el cuerpo de la persona, sólo buscar la manera de amortiguar
posibles golpes.
Es
importante poder calcular la duración de la convulsión. Este dato sirve luego a
fin de determinar para esa persona en particular tratamientos posibles y cambios
en los primeros auxilios de sus futuras convulsiones, con la puesta en marcha de medicación en el instante. Las
personas que tienen crisis de más de cinco a diez minutos de duración pueden
ser medicadas en el momento de la crisis con métodos sublinguales u otros.
Pero el
90% de las personas tienen ataques que duran menos de cinco a diez minutos. El
cerebro tiene una manera de protegerse de la convulsión, la cual se activa a los segundos de su
comienzo y termina antes de los cinco minutos. Es muy común y está relacionado
con esta protección que luego de un ataque la persona se sienta confundida y
cansada, esto no debe preocupar. Cada persona tiene un tiempo de recuperación
diferente, que puede ser desde los quince minutos hasta más de dos horas.
Algunas precauciones que se deben tomar
cuando las personas tienen epilepsia:
Baño,
siempre con ducha y cuando haya alguien que en caso de urgencia ayude a salir
del mismo, pues es uno de los lugares más peligrosos donde golpearse.
Piscinas,
siempre cuando hay más personas.
Lugares
de alturas deben evitarse
No al
manejo de Maquinaria peligrosa ni vehículos.
Algunas
actividades o deportes que pongan en riesgo a la persona si tuviera en el
desempeño del mismo una crisis de epilepsia.
Hay situaciones raras donde es posible que
una crisis cause problemas del cerebro:
Cuando éste
se daña por golpe fuerte durante una crisis.
Cuando
las personas tienen convulsiones repetidas veces al día (en algunos alrededor
de cien), y algunas se manifiestan como crisis de ausencias o temblores de
segundos. El daño aquí radica en que el cerebro no tiene el tiempo que necesita
para desarrollarse, casi constantemente tiene interferencias para acostumbrarse
a lo que está pasando a su alrededor, tener procesos de conocimiento, aprendizajes,
memorizaciones, etc.
Cuando
las personas tienen convulsiones muy largas, de entre media a una hora de
duración. Estos casos son poco frecuentes, y pueden provocar inflamación del
cerebro. En algunos casos estas personas han olvidado de hablar, de caminar, o
de hacer cosas que antes podían hacer. Entonces tienen que aprender a hacerlo
nuevamente.
Hay
situaciones en que un ataque de este tipo puede ser confundible para quien no
conozca del tema, con crisis de conducta en algunos casos como en las personas
con autismo o con problemas de aprendizaje.
Siempre se debe escuchar a los padres, que son los expertos de sus
hijos, y pueden distinguir entre un ataque y otro. Es importante para poder
determinar esta diferencia y conocer, el poder determinar que estaba haciendo
esa persona antes de la crisis, con qué se desencadenó, cuánto duró, cómo
terminó y cómo se puso esa persona después de la crisis. Así se puede
distinguir si la crisis es epiléptica o se trata de una crisis de conducta,
pues pueden tener movimientos muy similares. Sí es importante poder determinar
de qué tipo de crisis se trata pues los tratamientos son muy diferentes.
Algunas situaciones que se asemejan a una
crisis epiléptica son:
Síncope
(desmayos)
Ansiedad
(ataques de pánico, agitación)
Problemas
con el sueño (pesadillas, movimientos)
Soñar
despierto
Temblores
y otros tipos de movimiento
Reflujo
gastrointestinal (episodios de ausencias y movimientos en bebés)
Disautonomía
Hipocalcemia
Migrañas
Ataques
isquémicos transitorios
Pistas que nos ayudan a determinar cuándo se
trata de un ataque de epilepsia:
No se encuentra
causa
Empieza
de repente (no progresa poco a poco)
Termina
de repente
Ocurre
a cualquier hora, de día o de noche
Confusión
o sueño después
Siempre
ocurre lo mismo (desde el comienzo al fin, siempre de la misma manera)
En la
mayoría de las personas se puede encontrar un tratamiento que ayude a controlar
las crisis de epilepsia, cada uno de estos es específico. Aunque todavía hay
muy pocos a los que es muy difícil controlar estos ataques.
Entre
los MEDICAMENTOS utilizados para controlar la epilepsia, los más comunes y
fáciles de encontrar son: Fenobarbital, Fenetoina (Epamín), Acido valproico
(Valproato), Carbamazepina, Etosuximida (Zarontin), Diazepam (Valium).
También
tenemos medicamentos más nuevos y que son costosos, tales como Topiramato
(Topamax), Leviteracetam (Keppra), Lamotrigina (Lamictal), Felbamato
(Felbatol), Gabapentina (Neurontin), Tiagabina (Gabatril), Oxcarbamazepina
(Trileptal), Vigabatrina (Sabril), Zonisamida (Zonegran), Lacosamida (Vimpat),
Rufinamida (Banzel). Algunos de estos no son específicos pero sirven para las
crisis epilépticas. Hay una gran variedad de ellos, lo que hace a una gran variedad
de tratamientos también, a veces es necesario realizar combinaciones.
¿Qué
hacer cuando los medicamentos no controlan los ataques? Tenemos tres opciones
que han servido mucho en situaciones donde la medicación no dio resultado:
La
dieta cetogénica, (con muchas grasas y proteínas y pocas harinas y azúcares)
La estimulación
del nervio vago
Cirugía
de la epilepsia que se practica dependiendo de la parte de origen en el cerebro, ya que se pueden dañar otras
funciones.
El sueño.
Es muy
importante poder dormir. Está demostrado que las personas que duermen poco tienen
más riesgos de sufrir ataques al corazón y derrames cerebrales; sufren más
casos de depresión y otros problemas psiquiátricos y que las personas con
habilidades diferentes (epilepsia, autismo) pueden tener más convulsiones o
problemas de conducta.
Es importante
que los niños o personas con habilidades diferentes tengan rutinas de sueño,
que le ordenen el proceso de acostarse y posteriormente dormir, o sea mantener
una serie de actividades que tengan como fin el acostarse y que estas se
repitan diariamente. (Ej. El baño, vestirse, lavarse los dientes y acostarse).
Esta rutina sirve mucho y especialmente en las personas con autismo o
trastornos de desarrollo pues le enseñan los momentos de descanso.
Hay
algunas bebidas y alimentos que retrasan el sueño y hacen que cueste más
conciliarlo. Es mejor que entre las comidas y la hora de dormir transcurra una
hora como mínimo.
Algunos
niños que sufren de crisis epilépticas o que tienen habilidades diferentes, duermen
con otras personas en la cama, como una manera de protegerlos; y esto incide
enormemente en la calidad y cantidad de su sueño de manera negativa.
Otras
cuestiones que interfieren a la hora de dormir, son las distracciones que
encontramos en los dormitorios de nuestros hijos, televisor, música, luces, ruidos,
éstos actúan como distractores.
Los
problemas de sueño son más comunes cuando hay otros problemas médicos, o sea la
prevalencia es mayor con enfermedades comórbidas como por ejemplo la epilepsia
y el autismo. Muchas condiciones médicas producen disturbios en el sueño
también: dolores de cabeza, problemas pulmonares, reflujo, artritis, problemas
dentales, etc.
También
hay medicamentos que pueden producir insomnio, como por ejemplo los utilizados
en los desórdenes de hiperactividad y déficit de atención, algunos utilizados
para la epilepsia.
En los
Trastornos del Sueño, aparecen síntomas de insomnio: despertar con sensación de
somnolencia o cansancio, despertar en el medio de la noche, dificultad para
volver a dormir después de despertar, dificultad para conciliar el sueño al
principio, levantarse muy temprano en la mañana. Los tratamientos utilizados no son los mismos para cada uno de estos
problemas, hay que detectar bien el problema y qué se puede hacer antes de
comenzar con medicación, son los padres los que mejor podrán observar la
totalidad de conductas de sus hijos.
Algunos
medicamentos que se utilizan para los problemas del sueño, son: Melatonina,
Difenhidrina, Trazadona, Clonidina, Amitriptilina, Risperidona, Quetiapina,
Clonazepán, Clorohidrato, Zolpidena. Cabe aclarar que muchos de estos se
utilizan para otros trastornos y como efecto secundario trae aparejado el sueño
lo que hace imprescindible la constante supervisación del médico en todos los
casos.